Existen cuatro tipos diferentes de Dislalia, cada una de ellas con sus diferentes características:
Dislalia evolutiva o fisiológica

Este tipo de dislalia se presenta en algunas fases del desarrollo del habla infantil donde los niños todavía no articulan bien diferentes sonidos o distorsionan algunos fonemas. Las causas de este fenómeno pueden ser inmadurez, ausencia de discriminación auditiva, falta de control en el soplo, alteraciones respiratorias o movimientos inadecuados en los órganos articulatorios. Dentro de la evolución de la madurez del niño estas dificultades las van superando, sólo si persisten entre los cuatro o cinco años es cuando lo consideraríamos como patológico.
Dislalia audiógena
La etiología de la dislalia audiógena radica en la presencia de un déficit auditivo el cual se acompaña de otras alteraciones del lenguaje, como en la voz y en el ritmo. Para poder articular de una manera adecuada los sonidos es imprescindible una correcta audición.
Dislalia orgánica
La dislalia orgánica se origina debido a una lesión en el sistema nervioso central (disartria) o debido a una alteración orgánica de los órganos periféricos del habla sin daño en el sistema nervioso central (disglosia).
Dislalia funcional
La dislalia funcional se genera a causa de un funcionamiento inadecuado de los órganos articulatorios, sin evidencia de daño ni lesión orgánica. Entre las dislalias funcionales distinguimos los trastornos fonéticos y los trastornos fonológicos. Los trastornos fonéticos son alteraciones en la producción de los fonemas. La alteración está focalizada en el aspecto motor de la articulación.
Los errores son estables, y es observable que los errores en el sonido aparecen por igual en la repetición del lenguaje espontáneo. No hay alteración en los procesos de discriminación auditiva.
Los trastornos fonológicos son alteraciones a nivel perceptivo y organizativo, o sea, en los procesos de discriminación auditiva, afectando a los mecanismos de conceptualización de los sonidos y a la relación entre significado y significante.
En estos casos, la expresión oral del lenguaje es deficiente y dependiendo de la gravedad puede llegar a ser ininteligible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario